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Ética y cooperativismo

Prof. Oscar Bastidas Delgado (UCV).
oscarbastidasdelgado@gmail.com
@oscarbastidas25.

Ética como palabra proviene del latín ethĭcus, y éste a su vez de «êthicos» del griego antiguo. Se asimila a la idea de «êthos» como «carácter» no como «costumbre», y efectivamente, para quien esto escribe, es así. Gracias a ella una persona discierne a propósito de cómo actuar ante una determinada situación colocándose límites a manera de rieles, trazando y despejando así su ruta de acción. La ética tiene su aposento en la mente de cada persona, la impulsa a poner carácter en lo que libremente y por convicción cree que debe hacer.

Ella es la sinergia de una serie de preceptos acumulados a lo largo de la vida, preceptos que se convierten en valores que emergerán oportunamente dependiendo de la situación enfrentada. Ejemplo de preceptos – valores son: compartir: “préstale tus juguetes a tus amiguitos”; ahorro: “no gastes el dinero en cualquier cosa”; disciplina: “haz la tarea”; respeto: “hazle caso a tu maestra”; limpieza: “puedes ponerte ropa remendada pero no sucia”. Se agregan los religiosos como los mandamientos del catolicismo, cada mandamiento transmite un valor y se interiorizan por repetición hasta respetarlos; los políticos, no son los mismos para AD que para el partido oficialista; los ideológicos: los marxistas difieren de los liberales; los valores universitarios como la Autonomía Universitaria y el rechazo al militarismo; y otros.

Pero ellos no son fáciles de traducir en actos cotidianos. Algunos, como la democracia, son entendidos de diferentes maneras dependiendo de las dimensiones espaciales e históricas en los que se analicen; por ejemplo, mientras en Libia posiblemente alguien piense que solo los hombres pueden votar pues las mujeres no tienen criterio al estar todo el día en una cocina (criterio obviamente machista para un occidental), y en Sudán pudiese pensarse que los únicos que tienen algo para perder en caso de un error electoral son quienes tienen propiedades y solo ellos deben votar, en Venezuela esos preceptos han sido superados y cualquiera de nosotros tiene derecho a ejercer su voto (¡aunque a veces no nos dejan!), por lo que viabilizamos la democracia en un principio: “una persona un voto”, justo el mismo principio de la democracia cooperativa que se complementa con el de la no discriminación en el ingreso en una: “Adhesión Voluntaria y Abierta”.

Resumiendo. Los valores actúan como rieles de un tren señalando los límites de circulación y los principios como locomotora, como la forma idónea de comprender los valores, aplicarlos y circular entre los rieles. No nos cansaremos de repetir que para la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), organismo de integración mundial del cooperativismo, “Los valores y principios cooperativos son los fundamentos básicos sobre los cuales descansa la doctrina cooperativa. Son los elementos que le dan unidad, integridad e identidad al movimiento cooperativo en el mundo”.

La consecuencia lógica de la posesión de los valores como soportes o “patas de una mesa denominada ética” es desear que otros los asuman y apliquen. Esto explica porque los valores de los fundadores de una empresa prevalecen cierto tiempo en ella, también porque desde las organizaciones en las que una persona milita o pasa su vida, se desea difundirlos a otros; y porqué las cooperativas los formularon como un cuerpo de valores y principios a partir de la experiencia escrita de los fundadores de la Cooperativa de Rochdale (1844) y los perfeccionaron por más de siglo y medio constituyendo hoy lo que la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), sintetizó en 1995 como elementos estructurales de la Identidad Cooperativa, entendida ésta como el conjunto de rasgos que caracterizan las cooperativas en cualquier rincón del planeta permitiendo que los cooperativistas tengamos elementos comunes para iniciar diálogos y apoyarnos.

La ACI define los Valores así: “Las cooperativas están basadas en los valores de la autoayuda, la auto responsabilidad, la democracia, la igualdad, la equidad y la solidaridad. En la tradición de sus fundadores, los asociados cooperativos hacen suyos los valores éticos de la honestidad, la transparencia, la responsabilidad y la vocación social”, y entiende Principios como “… pautas mediante las cuales las cooperativas ponen en práctica sus valores”. Los principios son: 1.- Adhesión Voluntaria y Abierta; 2.- Gestión Democrática por parte de los Asociados; 3.- Participación Económica de los asociados; 4.- Autonomía e Independencia; 5.- Educación, Formación para el trabajo e Información; 6.- Cooperación entre Cooperativas; y 7. Interés por la Comunidad. A ambas definiciones agregó una muy completa y operativa definición de Cooperativa: “Una cooperativa es una asociación autónoma de personas que se han unido de forma voluntaria para satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales en común mediante una empresa de propiedad conjunta y de gestión democrática”.

Para que la ética exista los valores y principios deben aplicarse. Un gobernante que pregone valores y no los demuestre en su gestión, es deshonesto, mas honesto sería que los corruptos reconozcan sus andanzas. Una cooperativa que no llene los ítems correspondientes a los valores y principios de la Identidad Cooperativa en el Balance Social (BSCOOP) de su doble dimensión Asociación – Empresa no pasará de ser un remedo de cooperativa, una cooperativa falsa. En nuestro país existen innumerables falsas, incluyendo las de maletín; la Central Cooperativa Nacional de Venezuela (Ceconave) y la Superintendencia Nacional de Cooperativas (Sunacoop) deben fijar posición y actuar ante ellas.