El continente americano ha sido testigo en los últimos años de intensos procesos de reconfiguración tanto sociales como políticos los cuales, a la postre, no se han encontrado exentos de incurrir en algunos de los errores cometidos en el pasado. En ese orden de ideas sin embargo, no pude dejar de señalarse un sustancial cambio en el tipo de casos llevados a conocimiento del Sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos. Esto toda vez que en la actualidad, atento a la profundización y estabilidad de los procesos democráticos de nuestro continente, se ha dado lugar a una novedosa y basta jurisprudencia vinculada al correcto funcionamiento de las instituciones dentro del estado de derecho.
Es tomando este marco histórico que, el presente trabajo se dispone como objetivo el explorar los alcances otorgados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos a la poco definida noción de “independencia judicial”.