Por Alberto Biglieri
Son momentos en los que aparecen expresiones en los que la fe se presenta más a menudo en el siglo más ateo de los que se tiene registro. Sin que la pandemia haya afectado en ningún porcentaje relevante el cambio o el abrazo a nueva religión, nos encontramos ante un mundo que se cubre la boca y la nariz y deja al descubierto sólo sus ojos.
Fuente: Nexofin