por Carlos Matterson
La presencia del abogado de la matrícula en el Consejo de la Magistratura se debe a la
incorporación de este organismo en la Constitución Nacional en la reforma de 1994.
Recordemos que anterior a la reforma la designación de los jueces era resorte del Presidente de la
Nación quien nombraba a los postulantes con acuerdo del Senado en sesión secreta.
Asimismo el Juicio político era llevado adelante por la Cámara de Diputados de Nación quien
oficiaba de Cámara acusatoria y la Cámara de Senadores era quien decidía la destitución, con lo
cual, había una crítica creciente que tanto la designación de los jueces como la destitución de los
mismos estaba impregnado de connotaciones políticas, lo que afectaba de alguna manera el
principio cardinal de que los mismos deben ser independientes y exentos de cualquier
compromiso o favor con quienes los designaban.
Con la incorporación del Consejo de la Magistratura de la Nación en la Constitución Nacional (art.
114) se cumplía el objetivo de proceder a la selección de magistrados mediante concurso público,
la administración del Poder Judicial, ejercer facultades disciplinarias y decidir la apertura del
procedimiento de remoción de magistrados.
También se incorporó el Jurado de enjuiciamiento en la Carta Magna (art. 115) para
complementar el proceso que se inicia en el Consejo de la Magistratura y está integrado por
jueces, legisladores y un abogado de la matrícula.
El Consejo de la Magistratura, está integrado por representantes de los jueces de todas las
instancias, órganos políticos resultantes de la elección popular, abogados de la matrícula y
representantes del ámbito académico y científico.
Por ley que reglamento su composición y funcionamiento quedó establecido que
El abogado de la matrícula cumple una función fundamental en el organismo; en primer lugar, es
un representante elegido entre un universo de más de 100.000 colegas repartidos en todo el país,
con lo cual está garantizada la legitimidad de su representación.
Tal es la importancia de su presencia que en la comisión que considero más importante del
organismo, que es la de Selección de Magistrados y Escuela Judicial, está integrada, además de
otros, por la totalidad de los integrantes del estamento de la abogacía. Inclusive en la actualidad
la comisión está presidida por una representante de nuestro estamento.
En el proceso de selección se debe bregar por mantener igualdad de oportunidades entre los
abogados que integran el Poder Judicial y los colegas de la matrícula que aspiran a ser
magistrados; hay que modificar los reglamentos para eliminar las desigualdades existentes entre
los requisitos exigidos a los primeros con respecto a los segundos, donde hay mayores facilidades
para los que provienen de la carrera judicial, tan es así que del promedio de concursantes solo 2 o
3 de cada 10 provienen del ejercicio profesional y en las designaciones 1 de cada 10 llegan a la
magistratura.
También es importante, además de participar activamente en las comisiones de Administración,
Disciplina, Acusación y Reglamentación, tener un contacto permanente con los Colegios de Abogados de todo el país para recoger las inquietudes que hacen a la buena administración de
justicia y así corregir errores y suplir falencias existentes en el fuero federal.
Considero de suma importancia, que el estamento que nos representa tenga una acción
permanente en el Consejo, para simplificar el acceso del abogado de la matrícula a la postulación a
la magistratura; promover la actualización de las estadísticas para evaluar y monitorear la
actividad del Poder Judicial; profundizar la digitalización de los expedientes en todos los fueros;
efectuar control de gestión a través de las auditorias; promover un Consejo abierto con acceso a la
información pública; rendir cuentas a los colegas y a la colegiación organizada.
Seguiremos bregando para que el Poder Judicial de la Nación tenga más y mejores jueces que con
probidad, conocimiento e independencia cumplan sus funciones resolviendo los conflictos de las
personas, tendientes a obtener el bienestar general y la paz social.