Por Alberto Biglieri
Durante el siglo XX y algunos de los primeros años del XXI, los contratos más incidentes sobre los presupuestos de las economías de las ciudades fue la recolección de residuos.
Durante las últimas tres décadas de la pasada centuria, la paulatina toma de conciencia ciudadana sobre los efectos ambientales de la disposición de los residuos domiciliarios cambió un poco el orden de los factores variables que componían las fórmulas que arrojaban como resultado el precio de esos inmensos contratos.
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