Por Alberto Biglieri
El silencio sorprendente de los movimientos sociales y la izquierda vernácula (además, prestando quorum) sobre el proyecto de modificación de la ley de jubilaciones especiales de jueces y diplomáticos solo puede entenderse en el marco de una jugada marketinera, pero al final intrascendente, en los efectos presupuestarios para los inmensos fondos previsionales que administra el estado.
Fuente: Bae Negocios